LA VIGOREXIA Y SUS CONSECUENCIAS

Hay una frase que dice que cambias o el mundo te cambia. Lastimosamente en la actualidad, los medios masivos de información, cambiaron la forma de ver la vida en las personas y nos vendieron unos estereotipos, que válga la pena, distan mucho de la realidad de cada individuo, porque  cada ser tiene que realizarse individualmente y no de acuerdo a patrones pre-establecidos por la sociedad de consumo.

Las personas en la actualidad luchan por lograr ser reconocidos y aceptados por la sociedad, pero muchas veces esto va en detrimento de su personalidad y hasta de su salud. Para no ir tan lejos la mayoría de jóvenes están imitando a los grandes personajes del cine y la televisión, ídolos de las chicas, por ostentar cuerpos musculosos y atléticos tales como Rambo o Swasseneguer. Esto como consecuencia le ha traído a muchos jóvenes un trastorno de conducta, especialmente en los hombre, llamado VIGOREXIA.

La vigorexia o dismorfia muscular es un trastorno psicológico, en el que el individuo mira su cuerpo diferente a como él lo quiere ver, algo similar le sucede a la persona anoréxica, que a pesar de su extrema delgadez, ella insiste en que se ve obesa. Esto le sucede al vigorexivo, que siempre se ve con un cuerpo lánguido o debilucho, cuando en realidad su cuerpo está bien musculoso. Esta es la diferencia entre anorexia  manifestada  a menudo por las mujeres y la vigorexia que la sufren más los hombres.

Esta visión distorsionada de la realidad, de la persona que sufre de vigorexia, lo conduce a menudo a realizar sesiones de ejercicio exagerado, como pesas y una dieta específica y rigurosa, para así conseguir más músculos. Estas dietas tienen alto contenido de carbohidratos y proteínas, bajas en grasa. Además de las dietas se vuelven adictos al consumo de anabolizantes y esteroides, con lo que logran aumentar su rendimiento

Las consecuencias de este trastorno  es una constante obsesión por su cuerpo y al no verlo como ellos desean en su imaginación,  convierten su físico en una figura desproporcionada debido al esfuerzo excesivo

Esta obsesión  por tener un cuerpo musculoso y perfecto, los obliga a abandonar sus actividades diarias, su familia, las relaciones sociales, su empleo, todo por pasar muchas horas en el gimnasio haciendo lo que le gusta; ejercicio. Por supuesto no debemos relacionar, el dedicarnos a hacer ejercicio con regularidad para llevar una vida sana a tener vigorexia; nada más lejos de la realidad. Una cosa es tener una rutina de ejercicios y la otra es estar obsesionado por el ejercicio.

Muchos dirán, que el hacer ejercicio, así sea de manera exagerada no está mal, pero sucede que esta práctica es grave para el organismo debido al consumo de esteroides y anabolizantes, que son utilizados para aumentar el rendimiento y la masa muscular. Los jóvenes lo utilizan mucho para cambiar su apariencia, al igual que los deportistas para aumentar su rendimiento. Por ser una droga está prohibida, porque se sabe que causa síndrome de abstinencia. Como toda droga, tiene efectos secundarios y sus consecuencias son entre otras: ataques cardiacos. Tensión alta, acné, alteración del estado de ánimo, agresividad llamada furia esteroide, daños hepáticos, riesgo de tumores, ictericia, lesiones musculares, tendinitis, crecimiento de las mamas, colesterol, aumento del deseo sexual, infertilidad y reducción del tamaño de los testículos

 En conclusión, la importancia de crear valores en nuestros hijos es fundamental y enseñarles que la imitación de conductas o de figuras físicas no es nada saludable. No debemos imitar a nadie, porque cada uno poseemos potenciales, que debemos descubrir y desarrollar por el bien de todos.